El cuerpo humano siempre está en constante desgaste energético, bien sea por las funciones normales del sistema o por agentes externos que alteran las capacidades físicas y cognitivas del ser: stress, cansancio excesivo o algún tipo de enfermedad degenerativa.

Siempre se ha buscado cómo revertir las cosas o al menos cómo mitigarlas. La falta de energía ya no se compensa con una buena alimentación y un descanso razonable del cuerpo, sino que ahora se buscan otros métodos, prácticos o no, para recuperar lo perdido a nivel energético.

Es así que la aparición y el consumo de bebidas energéticas se han incrementado exponencialmente en los últimos años. ¿Estamos al tanto de la composición de ellas?, ¿Se conocen los efectos secundarios que producen dichas bebidas?, ¿qué sucede si se consumen de forma exagerada y en un ambiente de trabajo sobrecargado de stress? Se verá entonces las consecuencias de las bebidas energéticas específicamente en el trabajo.

Tipo de bebidas energéticas

Los tipos de bebidas energéticas van de la mano con la actividad física que se realiza. No tiene el mismo efecto una bebida energética utilizada para las personas deportistas que para una persona que ejerce un trabajo detrás de un escritorio. Cada una contiene compuestos de acorde a las necesidades.

Las bebidas energéticas para los deportistas contienen muchas sales minerales que se necesitan por la pérdida de las mismas a la hora de ejercitarse. Las bebidas energéticas menos comunes contienen cafeína y otros compuestos necesarios para lograr una máxima concentración en menor tiempo, así como también quitar el cansancio y el sueño.

Bebidas energéticas como sustitutas del café

La bebida energética por antonomasia siempre ha sido y será el café. Su contenido de cafeína ha dado a la población adulta mundial durante infinidad de generaciones las fuerzas y energías necesarias para realizar alguna actividad, así como también para alejar el sueño y el cansancio cuando el descansar no es posible debido al exceso de responsabilidades.

Con la aparición de las bebidas energéticas, el café ha perdido un poco la batalla. Investigaciones han demostrado que una lata de cualquier bebida energética equivale a 3 o 4 tazas de café, lo que equivale a 400 gramos (una porción diaria de una persona adulta).

También esa pequeña lata contiene otros componentes: aminoácidos como la taurina, vitaminas, carbohidratos y extractos de plantas medicinales. A las primeras de cambio es notorio la elevada cantidad de cafeína que una persona consume en poco tiempo. Entonces no se estaría consumiendo energía sino cafeína, la cual es un gran diurético generador de deshidratación si su consumo es exagerado.

bebidas energéticas en el trabajoMucha potencia en el trabajo

El consumo de las bebidas energéticas en el trabajo podría causar un aumento en la productividad de las actividades a realizar con una carga energética envidiable, pero más que ayudar al organismo lo termina perjudicando. Consumirlas produce efectos secundarios nocivos para la salud, también llamado como “efecto rebote”. Para nombrar algunos tenemos: alteraciones cardiovasculares, taquicardia, aumento de la presión arterial, insomnio y falta de coordinación motora.

TODO EN EXCESO ES MALO

La ingesta exagerada de las bebidas energéticas en el trabajo ocasiona daños irreparables. Con ellas se puede trabajar por muchas horas, dejar de dormir y descansar para terminar alguna actividad, y también ocultar la embriaguez cuando se ha consumido bebidas alcohólicas con anterioridad; sin embargo, no tenemos un beneficio significativo sino un mal que a la larga nos irá consumiendo poco a poco, y sin poder enmendar los daños.


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