Cambios bruscos de temperatura Vs. Espasmos Vs. Parálisis Facial

Con seguridad habrás escuchado en algún momento de la vida de los espasmos y parálisis faciales causados por repentinos y/o bruscos cambios de la temperatura. Estos espasmos son sumamente peligrosos, y se dan cuando vivimos en un ambiente cálido y viajamos a algún sitio donde el frio es muy notable, también puede darse cuando llevamos varias horas prolongadas manipulando la cocina, planchas o cualquier artefacto que genere calor y repentinamente entramos en contacto con el frio de la nevera, congelador o simplemente un lugar con aire acondicionado con una temperatura muy baja.

Cambios bruscos de temperatura Vs. Espasmos Vs. Parálisis Facial

Según la opinión de muchos especialistas en el tema, los cambios bruscos de temperatura son un factor que perjudica las pequeñas arterias del nervio facial, ya que al saltar de un sitio cálido a uno frío se cierran y originan la pérdida de la función del nervio.

La parálisis facial es una lesión del movimiento involuntario de los músculos que se encuentran en la cara, desviando hacia uno de los lados de la cara la piel, paralizando y provocando una incapacidad para desenvolverse con normalidad, además de esto, causa una incapacidad para cerrar el ojo de la parte afectada y en ciertas ocasiones puede causar hasta una pérdida temporal del gusto.

La parálisis facial es principalmente un problema neurológico y se da porque bajan las defensas y se produce una inflamación del nervio facial. Aunque pueda estar asociada a un cambio brusco de temperatura, la causa o el origen más frecuente de la parálisis facial pueden ser  por infecciones, tumores, inflamaciones, infecciones de los dientes, ojos y oídos.

Nuestro organismo fue diseñado por una mente exageradamente brillante (Dios). Nuestro cuerpo cuenta con un sistema de termorregulación, el cual le brinda al cuerpo humano la capacidad de regular la temperatura dentro de ciertos límites, equilibrando constantemente las perdidas y ganancias de calor.

Cuando los niveles de frio o calor exceden los límites para que el cuerpo regularmente equilibre la temperatura es donde vienen los grandes problemas afectando directamente nuestro balance térmico interior trayendo como consecuencia parálisis faciales y espasmos.

Especialistas en el área, refiriéndose a los riesgos y cuidados que se le deben llevar a cabo sobre todo en épocas de bajas temperaturas confirman que al pasar violentamente de un ambiente cálido a uno frío o viceversa, puede incitar a sufrir de virosis respiratorias, además de que agravan las crisis asmáticas.

Algunos médicos neumólogos, opinan que lo más riesgoso de someterse a cambios bruscos de temperaturas, es el colapso o congestión de las vías respiratorias, donde el efecto que esta congestión causa es un rápido edema, siendo este la principal causa de que las vías respiratorias se cierran para producir un espasmo bronquial.