Cuando se trata del embarazo, cada vez son más las mujeres que quieren tener todo bajo control y bien preparado. Por lo tanto, es normal ver en los hospitales a embarazadas recién diagnosticadas preguntando por el estado del embarazo. Quieren asegurarse de que su hijo está sano y si tendrá un parto natural, aunque falte mucho para saberlo. En un escenario así, conviene tener una respuesta a la pregunta: ¿qué tan útil es una cesárea?
Actualmente, los procesos naturales tales como el embarazo y el parto son vistos como un proyecto de principio a fin. Desgraciadamente, en algunas ocasiones el cuidado del embarazo se ha convertido en un negocio, y las cesáreas, antiguamente sólo para emergencias, ahora son rutinarias. Incluso, en algunos lugares los ginecólogos llegan a cobrar una tarifa plana que incluye diversos “beneficios” durante todo el embarazo.
Por ejemplo, algunos planes incluyen diez ultrasonidos en lugar de los tres médicamente recomendables, y pagados por el seguro. Estas prácticas son promovidas bajo la excusa de tener la suficiente seguridad de estar llevando un buen embarazo. Estos doctores sugieren que el embarazo tiene que ser controlado constantemente por razones médicas, aunque no es cierto que más ultrasonidos garanticen un embarazo más saludable.
¿Es útil la cesárea?
La tasa de nacimientos por cesárea se ha más que duplicado en 25 años. Del 15 por ciento en 1990, la proporción se elevó al 36 por ciento en 2016. Desde entonces el crecimiento parece haberse estancado, pero oscila a un alto nivel. ¿Qué ha pasado? ¿Cómo una intervención de emergencia utilizada para salvar vidas de madres y niños, se convirtió en una operación de rutina?
En la actualidad muchos embarazos son considerados como de alto riesgo, y es que algunas situaciones como la madre demasiado mayor o demasiado joven, con mucho sobrepeso o demasiado delgada, entre otras situaciones, harán que aumente el riesgo del embarazo. También podemos encontrar que hay demasiado o muy poco líquido amniótico, además el tamaño del bebé puede ser muy grande o muy pequeño, o hasta dependiendo de la posición del bebé.
Recordemos que son dos vidas en juego
Pero en medio de tantos cambios, ocurre algo peculiar: casi todas las mujeres quieren dar a luz de forma natural, sin embargo, cuando escuchan de su médico decir: “riesgo de pérdida”, se lo piensan dos veces. Al final de cuentas, se trata de traer una vida sin poner en riesgo la vida de la madre ni la del neonato. La cesárea se convierte así en la única opción para un parto sin riesgos.
Las mujeres no quieren sentirse culpables, además todo se trata de salvar las vidas de la madre y el niño. Por todo esto es que es muy importante atenderse con un doctor en quien realmente se tenga confianza, incluso, no sería mala idea verificar cómo dan a luz la mayoría de sus pacientes, ¿parto natural o cesárea?.
Pero existen casos en que es vital realizar la cesárea
Tampoco debemos caer en el error de satanizar la práctica de la cesárea, que en algunos casos es vital. Existen diversas condiciones, tanto de la madre como del bebé, que hacen necesario que el parto se realice por cesárea. Por ejemplo, en el caso de que la madre sea portadora de VIH, la cesárea limita el riesgo de contagio. Así como este, existen muchos otros casos en que la cesárea alivia sufrimientos y salva muchas vidas.
Por lo tanto, las diversas organizaciones encargadas de velar por la salud coinciden al señalar que el 15% de todos los nacimientos por cesáreas podrían ser “médicamente indicados”. En cinco a diez por ciento de los casos se trata de casos de vida o muerte.