En la actualidad, en este mundo tan agitado, estamos en presencia de tres trastornos psicológicos muy frecuentes. El primero de ellos el estrés, que a menudo se presenta junto a los otros dos: la ansiedad y la depresión.
Estos dos trastornos son muy parecidos, o al menos tendemos a confundirlos, por lo que necesitamos diferenciarlos y descubrir sus síntomas.
¿Cómo saber si tienes depresión o ansiedad?
La ansiedad se trata de una respuesta hacia algo que aún no ha sucedido, estando siempre en estado de alerta. El equilibrio emocional se desvanece con los pensamientos negativos de miedo y tristeza, lo que hace imprescindible, antes que escale a otro nivel, controlar la ansiedad.
Por otro lado, la depresión se asocia al hecho de sentirse triste, infelices o, en otras palabras, que se te cae el mundo a pedazos. Este trastorno cambia tu estado de ánimo y al percibir que no puedes cambiar tu realidad causa frustración.
Ambos trastornos son muy distintos y lo veremos mejor al determinar los síntomas de cada uno.
¿Ansiedad o depresión? Descúbrelo…
Los síntomas de ambos trastornos son muy parecidos, pudiendo manifestarse al mismo tiempo, así que veamos primero los síntomas de la ansiedad.
Síntomas característicos de la ansiedad
Los problemas y las situaciones a las que hacemos frente las percibimos como una amenaza, activando nuestro mecanismo de defensa que secreta cortisol. La ansiedad ocurre cuando este estado de alerta se mantiene por un buen periodo de tiempo.
De lo anterior, destacamos que nuestro cuerpo, a pesar de estar en estado de alerta, no responde así, sino que siente temor. En nuestra mente sólo esperamos ser atrapados por la situación que vivimos. Ya a nivel médico, podemos tener expresiones orgánicas, que hacemos pasar por enfermedades como constante dolor en la región abdominal.
Otras consecuencias de no controlar la ansiedad son la dificultad al respirar, diarrea, aumento de la presión arterial o insomnio. Estos síntomas pueden ser más, pero no podemos tratarlos todos aquí.
Síntomas característicos de la depresión
Cada situación se percibe como una derrota. La depresión genera un ánimo de fallar al lograr realizar algo. Nunca estamos conformes con lo que nos pasa y nos derrumba emocionalmente.
Luego que todo ocurre, se experimenta la sensación de tristeza. No existe manera de deshacerse de ese sentimiento.
Ya en la última fase, acudimos a un especialista y su diagnóstico se basa en la evaluación de la autoestima. La depresión nos termina atacando con el sentimiento de culpa que se convierte en fatiga. Cansancio generalizado o imposibilidad de realizar tareas que necesiten de atención o concentración.
Lo cierto es que al padecer de depresión o ansiedad aumenta las probabilidades de padecer graves enfermedades cardiovasculares. Es nuestra prioridad tratar a tiempo estos trastornos y evitar que se vuelvan parte de nuestra vida.
Tanto la depresión como la ansiedad pueden manifestarse juntas, debilitando así nuestro sistema inmunológico. Así que evitemos un trastorno de ansiedad crónica, encontremos la manera de fortalecernos emocionalmente y de ser necesario la ayuda médica oportuna.