Las agruras son esa molesta sensación de ardor que aparece en el interior del pecho luego de comer algo que nos irrita, aunque también puede ser producida a causa del estrés. También es conocido como acidez estomacal, y cuando ocurre muy seguido, se le llama reflujo gastroesofágico.

¿Por qué dan agruras?

Ese ardor en el pecho es causado por el paso de los jugos gástricos del estómago al esófago, que es el tracto por el que se trasladan los alimentos, una vez que los tragamos, hacia el estómago. No es normal que esto ocurra, puesto que una vez que la comida va a entrar en el estómago, se abre el esfínter esofágico (una válvula que abre y cierra una vez que la comida entra en el estómago para que los jugos gástricos no suban de ahí) y evita que los alimentos se devuelvan al esófago.

Si eso ocurre, se le conoce como pirosis y puede ocurrir por más de un motivo. Aquí te decimos algunos:

Ingerir alcohol y fumar tabaco. Las bebidas alcohólicas son irritantes para el tracto gástrico, por lo que beberlas en exceso podría causar agruras. De igual modo ocurre con el humo del cigarro que entra en nuestro organismo. Las sustancias tóxicas que contiene irritan tanto el esófago como la mucosa estomacal.

Mala digestión. Si tenemos problemas para digerir la comida, el reflujo va a ser una constante en nuestra vida. Por eso recomiendan comer con calma, masticar muy bien los alimentos y tragar bocados pequeños. Quienes comen de prisa y no mastican bien son más propensos a sufrir de agruras, puesto que es más complicado para el esófago transportar los alimentos hacia el estómago.

Dormir justo después de comer. Quienes cenan y de inmediato se acuestan a dormir están expuestos a sufrir de agruras nocturnas. Lo ideal es comer dos horas antes de irse a la cama y evitar alimentos pesados o irritantes en la cena.

Comer alimentos irritantes. El chocolate, el café, las bebidas gaseosas, el picante, las grasas y los condimentos son el peor enemigo del estómago, y más si se sufre de reflujo crónico. Lo mejor es evitarlos a toda costa y sólo consumirlos de vez en cuando y sin mezclarlos entre sí.

Estar embarazada. Las mujeres en estado suelen tener agruras muy seguido, en especial cuando la barriga comienza a brotar y a presionar el aparato digestivo, por lo que este no cumple sus funciones de manera regular.

Estar bajo presión. El estrés que genera la ansiedad estimula la producción de jugos gástricos, que en exceso originan la acidez en el estómago.

¿Cómo puedo reconocer las agruras?

Por lo general, la incomodidad ocurre luego de comer, cuando los alimentos ya han hecho contacto con los jugos gástricos y se ha generado el reflujo. Este puede venir acompañado de sensaciones de ardor en el esófago debido a regurgitaciones, es decir, a la expulsión de los alimentos desde el estómago hacia el esófago.

Esta sensación de ardor también viene acompañada de eructos frecuentes, ardor en la laringe y la molesta sensación de tener algo atrapado en el esófago.

¿Cómo se pueden aliviar los síntomas de las agruras?

El tratamiento adecuado dependerá del caso particular de cada paciente, por lo que las recomendaciones son individuales según el estado del aparato digestivo de la persona. Sin embargo, existen algunas recomendaciones generales para quienes presentan los síntomas explicados anteriormente:

Cambiar hábitos alimenticios. En vez de comer tres porciones generosas de comida al día, es mejor hacer cuatro o cinco comidas con porciones moderadas. De este modo el estómago se sentirá saciado y no lleno.

Masticar chicles. Si se hace de manera constante, la producción de saliva puede colaborar en la neutralización de los jugos gástricos.

Beber antiácidos. Los venden sin prescripción médica, pero no pueden consumirlos las mujeres embarazadas, por lo que ellas deben tener una dieta muy baja en grasas. Estos medicamentos ayudan a recubrir la mucosa del esófago y aliviar la acidez estomacal.

Evitar alimentos irritantes. Como explicamos anteriormente, el chocolate, los embutidos, las grasas, los condimentos y platillos fuertes, como el chili picante, son nocivos para quienes sufren de agruras. Hay que evitarlos a toda costa o reducir su consumo a lo mínimo.

Incluir alimentos de un solo ingrediente en la dieta. La comida no procesada es la mejor amiga del organismo. El pollo, arroz, frutas, verduras y todo lo que provenga de la tierra y pueda ser cocinado sin necesidad de aceites ni almíbares, es bienvenido. Además, los lácteos como el yogurt o la leche descremada son recomendables para combatir la acidez.

De resto, es importante no utilizar ropa muy ajustada, puesto que puede hacer presión en el esófago y agravar el problema.


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